Ahora que Bob Dylan ha cumplido 70 años es un buen momento para, desde este blog, hacerle un pequeño homenaje. Me gusta separar al artista de su obra. Dylan siempre fué altivo, uraño, extravagante... sin embargo, su legado musical es de tal envergadura que hace palidecer al de la mayoría de músicos de músicos del siglo XX.
A mediados de lo años 60 Bob Dylan revolucionó para siempre la música al electrificar su folk original pasándolo a convertirlo en rock. La polémica entre sus seguidores fué enorme, pero amplió los horizontes del género. Además, Dylan hizo adulta la música popular al introducir textos poéticos de gran belleza y hondo calado social frente a las letras inócuas que por aquél entonces contenían las canciones. Así, se convirtió en todo un icono de la contracultura.
Todo artista, por muy grande que sea, tiene una época de especial creatividad. Highway 61 Revisited y Blonde on Blonde son dos de los mejores discos que hayan sido grabados durante el siglo XX, pero tiene muchos más de enorme calidad. La época dorada de Dylan oscila de mediados de los 60 hasta mediados de los 70. Luego su carácter inestable se acentuaría y la genialidad de sus discos se vería mermada pero sin llegar a decaer por completo.
Actualmente las letras de Dylan sobre denuncia social y compromiso vuelven a estar más en vigor que nunca. Una maravillosa fuente de inspiración para plantar cara a las injusticias de estos oscuros tiempos que nos ha tocado vivir.
Yes, 'n' how many times can a man turn his head,
Pretending he just doesn't see?
The answer, my friend, is blowin' in the wind,
The answer is blowin' in the wind.
El vinilo ha sido pintado con los siguientes sprays: blanco, marrón, lila y morado.