Frente a manidos icónos pintados en estilo pop como Marilyn Monroe o Audrey Hepburn, desde aquí reivindico la figura de la actriz danesa Anna Karina, desconocida para el gran público pero que encarna en una sola persona la sexualidad de Marilyn y la elegancia de Audrey.
Musa y esposa del director de cine francés Jean-Luc Godard, quedará en la memoria del cinéfilo como una de las grandes actrices de la Nouvelle Vague. Quizás su papel más celebrado sea en Vivre sa vie (Vivir su vida) excelente película en la que interpretaba a una prostituta. Sin embargo su filmografía no se limita a esta película, habiendo interpretado algunas de las mejores cintas del cine francés de los 60.
Pero Anna Karina es más que un rostro bonito y una excelente actriz. Escritora, cantante, modelo, directora, productora... una personalidad inquieta y creativa muy alejada del standard de Hollywood, quizás por ello no se haya convertido en un icóno mundialmente conocido y su éxito se limite más a una época y a una zona concreta. En cualquier caso, una gran actriz a descubrir.
El tamaño del lienzo es de 46x38 centímetros y se han empleado para pintarlo los colores rojo, negro, azul pálido, morado y gris.
Mmhh... yo es que veo muy arriesgado un encuadre así, cortando la cabeza por el cuello. Es más conveniente mostrar también los hombros o, por el contrario, centrarse más aún en el rostro, en un primerísimo primer plano.
ResponderEliminar¿Esto es spray, entonces?
Si, está realizado con spray.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. Efectivamente es un encuadre arriesgado pero totalmente asumido y buscado. La imagen aparece desequilibrada viniéndosele encima el fondo.
Así, en mi opnión, se refuerza la tristeza de la cara transmitiendo aislamiento con un encuadre poco convencional.
Gracias por escribir y un cordial saludo!!
Ha quedado muy bien. Enhorabuena.
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